La técnica de la Reflexología se utilizaba en China de un modo completamente popular a modo de diagnosis para evitar enfermedades, y para tratamientos de otras ya manifestadas con resultados muy favorables.
Hoy en día se utiliza como terapia, dando resultados sorprendentes en casos desahuciados por la medicina moderna.
Las manipulaciones que se efectúan en los pies no ha de confundirse con un «masaje de pies», ya que sus estímulos crean una repercusión en todo el organismo, ayudando a mejorar su funciones.
Todos los órganos tienen su zona refleja correspondiente en los pies, pudiéndose localizar ya sea en la zona plantar, dorsal o lateral, según del órgano que se trata.
Sobre el año 1.913 el Dr. William Fitzgerald, observó que mediante presiones en diferentes zonas del cuerpo, podía realizar operaciones de nariz y de garganta, reemplazando el uso de anestésicos de aquella época.
El desarrolló la teoría de que el cuerpo está recorrido longitudinalmente por diez líneas energéticas, cuyo recorrido va desde la punta de los dedos del pie hasta la cabeza, a su vez estas líneas son divididas en tres tramos transversales, permitiéndonos establecer la posición del cuerpo y órganos en los pies.
Las conexiones de los nervios, entre los órganos internos y zonas de la piel se está demostrando cada vez con más seguridad que esa relación es real, esto es un hecho que vamos verificamos cada día los que trabajamos con esta técnica.
A causa de ello, esta terapia pertenece en la actualidad a uno de los métodos más usados para ayudar a la recuperación de la salud, (y sin contraindicaciones) por la amplitud de profesionales de las Terapias Naturales, así como personas que la usan en forma de autotratamiento, normalmente estas actuaciones individuales no suelen estar equivocadas.